viernes, 5 de octubre de 2012

Bizcocho con chocolate chips y avellanas y las primeras hojas de otoño

Qué pena que se acabe el verano. Sí, es duro reconocer que te estás quedando más blanca que una mozzarella... Con lo bien que estábamos todos en la playita tomando el sol.... ¡¡qué buen color teníamos!! Hemos pasado de los tirantes a la chaquetilla de entretiempo, de las chanclas al zapato cerrado y pronto empezaremos a desempolvar las queridas bufandas, gorros de lana, guantes... ¿no os hace ilusión? 

¡¡A mí sí!! Es de extrañar, viviendo en un sitio tan frío que hasta los pingüinos se comprarían un plumas. Pero a mí me gusta sentir el tacto de la lana, la sensación de calor cuando entras de la calle a una buena cafetería, quedarte con la taza de café calentito entre tus manos sin que sudes la gota gorda... 

El otoño ha llegado...
Eso me trae tantos recuerdos de cuando era pequeña y vivíamos en Oviedo... me acuerdo sobre todo de esta canción. ¿Quién se atreve a cantarla?

El otoño ha llegado,
hace viento y llueve mucho
y los pobres arbolitos
sin hojitas se han quedado.

Los que son de hoja perenne
nunca se quedan pelados.
En cambio, los de caduca...

Parecen un señor calvo
Parecen un señor calvo

Qué bien que todavía recuerdo esta canción, porque en cuanto empiece las prácticas en el cole, seguro que se la voy a enseñar a los niños. 

Pero el otoño no sólo trae recuerdos de épocas pasadas, también trae olores y sabores tan característicos de esta temporada que no podemos evitarlos. Me refiero a las uvas, mandarinas, manzanas, naranjas, calabazas, castañas, avellanas...

Pues resulta que hace unas semanas que mi madre se presentó en casa con una cesta ¡enorme! de avellanas. Pero taaaan exagerada era la cantidad de avellanas que todavía están ahí y no creo que vayan a desaparecer en mucho tiempo. Seguro que alguna se pondrá mala. Así que, pensando pensando, se me ha ocurrido que podía hacer un postre. Es que me había pasado casi todo el día metida en la cama a ver si me recupero de una gripe incipiente que lucha por apoderarse de mi garganta. Tengo que admitir que casi me ha ganado la batalla, pero no me rindo, por eso decidí que había que hacer algo y ¿qué mejor manera de pasar el tiempo que haciendo cositas dulces y ricas?

Entonces, me subí a la cocina y me puse a hacer un bizcocho de rechupetearse los dedos. ¡Toma ya! Me gusta mucho usar los yogures de straciatella del Mercadona. No soy muy de decir marcas, pero es que estos yogures son un escándalo!

Así quedó al final y tenía tan buena pinta que no pudimos esperar a desayunarlo mañana por la mañana. La verdad es que, en calentito, estaba increíblemente bueno. 
¡Madre mía, qué bizcochazo! 
Pues venga, que ya no quiero contar más rollos. 
¡Al lío!

    
BIZCOCHO CON CHOCOLATE CHIPS Y AVELLANAS

Ingredientes
1 yogur straciatella de Hacendado
2 medidas de yogur de azúcar
3 medidas de yogur de harina
1 medida de yogur de aceite de oliva virgen extra
3 huevos
1 sobre de levadura
100 gr. de avellanas, algunas en trozos y enteras*
100 gr. de pepitas de chocolate*

*Es una medida orientativa porque, en realidad, se me olvidó pesarlo ;)

Preparación
En un bol grande, batimos los huevos e incorporamos el azúcar sin dejar de batir. Después, añadimos el yogur y el aceite de oliva y seguimos removiendo bien. 

Por otra parte, mezclamos la harina y la levadura. Yo usé los sobrecitos de glasificante del Mercadona. Esta vez no lo tamicé, porque tenía miedo de que subiera demasiado y se me saliese del molde como siempre. Y menos mal que no lo hice porque subió hasta el mismísimo borde. 

Pues con la harina y la levadura unidas, lo incorporamos a la mezcla anterior y después, añadimos las pepitas de chocolate y las avellanas.

Después, lo echamos en el molde ya preparado para meter directamente al horno precalentado a 180º, durante 30 minutos.

El resultado, un súper bizcocho esponjosísimo, riquísimo, ... ísimo, ísimo!!
Buon Appetito!!


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