lunes, 20 de febrero de 2012

Red Velvet Cake

Que viva el amor y que viva la repostería, cuando te permite preparar cosas tan riquísimas como la tarta Red Velvet!!! Madre mía, qué rica está y no es nada difícil. Bueno, no es difícil cuando tienes tiempo de sobra para prepararla y no cuando te has pasado la mañana en clase ni cuando se trata de una sorpress para Piero por San Valentín, y éste se presenta antes de lo esperado... Vamos, que el bizcocho de la tarta en sí, muy bien, pero un poco accidentado. Y la crema de queso no me quedó bien por la falta de tiempo... pero aunque al final la presentación no era muy allá, de sabor quedó más que perfecta. Bueno, digo que no me quedó bien porque la crema no era del todo homogenea, pero de sabor... qué ricaaaaaaa!!! Una tarta super jugosa y con unos contrastes de sabor que pegan a la perfección. ¡¡Espectacular!!


RED VELVET CAKE

Ingredientes:
Bizcocho:
250 gramos de harina
1 sobre de levadura
2 cucharadas de cacao en polvo
115 grs. de mantequilla sin sal
200 grs. de azúcar
2 huevos
1 cuchta de vainilla
1 yogur natural
2 cuch. de zumo de limón
2 cuch. de colorante rojo
Cobertura:
2 vasos de nata montada
500 grs. de queso crema (tipo Philadelphia)
1/2 cuchta de vainilla
200 grs de azúcar glass

Preparación:
Precalentar el horno a 160º. A parte, tamizar y mezclar en un bol la harina, la levadura y el cacao.
En un bol pequeño, mezclar el yogur y el limón. Dejar reposar y echar el colorante. Remover bien y apartar.

Ahora pasamos a un bol grande, que es donde van a ir todos los demás ingredientes, así que hay que asegurarse de que vaya a caber todo. Pues en este bol, hay batir la mantequilla derretida con el azúcar hasta obtener una crema homogénea. Después, añadir los huevos de uno en uno y seguir batiendo. Echar la vainilla y mezclar. Añadir la harina y la mezcla de yogur, poco a poco y alternándolos, o sea, un poquito de harina, un poquito de yogur. Remover bien para que no se formen grumos hasta que se haya mezclado todo bien.

Por otro lado, se engrasa el molde, con mantequilla y con harina. Echamos la masa en el molde y al horno unos 25 minutos o hasta que al pincharlo con un palillo, éste salga limpio.Una vez cocido, lo sacamos del horno y dejamos enfriar unos minutos. Desmoldamos y dejamos que siga enfriándose. Para rellenarlo, tiene que estar bien frío, así que si vemos que se va a romper, no está de más meterlo un ratito en el congelador.

Mientras tanto, vamos preparando la cobertura. En un bol, mezclamos despacito la crema de queso, la nata montada y el azúcar glass hasta conseguir una mezcla homogénea. Tapamos con papel transparente y dejamos enfriar en la nevera por una hora para que se quede firme, cosa que yo no hice por falta de tiempo, jajaja!!

Para montar el pastel, hay que cortar el bizcocho en dos discos. Entre uno y otro, ponemos la crema de queso y cerramos. Finalmente, se cubre con el resto de la crema y se decora al gusto.

Y... Bon Appetit!!!

Hay que decir que la tarta estará más rica después de pasar un tiempo en el frigo. ¿Verdad que la mezcla de sabores y texturas es increíble?

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